21/9/15


Durante la rueda de prensa que ofreció el viernes con motivo de "Regresión" (lamento el retraso, escribo tan rápido como me es posible), Alejandro Aménabar  (acompañado por los productores de la película, entre ellos el enfant terrible de Tele 5 Paolo Vasile) dio muestras de una mezcla de timidez y sequedad. Sin resultar antipático en ningún momento, muy correcto, pero sí que se notaba que disfruta mucho más rodando que hablando de por qué hace lo que hace.

Tampoco es que diera grandes titulares. Básicamente se limitó a confirmar lo que todos los que seguimos su trayectoria profesional ya sabíamos: que rueda lo que le apetece, cuando le apetece y como le apetece. Que sólo hace películas que él mismo disfrutaría como espectador. Y si luego al público le gustan, genial, y si no, qué se le va a hacer.

Han pasado seis años desde su última película, "Agora" ("como no dejan de repetirme los periodistas", comentó con cierto retintín). El motivo del largo impasse es que "no debo ser tan creativo como creía", dijo en cierto tono de humor, para a continuación explicar que a él le gusta hacer las cosas sin prisa pero sin pausa, y que necesitaba estar seguro de haber dado con una historia que realmente quería contar.


Estaba interesado en volver al género del terror, pero desde una perspectiva distinta. Y aunque ya había pensando en los cultos satánicos (...y en los vampiros), descartó la idea porque no le veía recorrido. Hasta que encontró una serie de artículos sobre diversos casos sucedidos en Estados Unidos en la década de los 90 (hubo una especie de "fiebre" en la que pequeñas comunidades aseguraban ser víctimas de cultos satánicos)  que le hicieron dar con la tecla de lo que verdaderamente le apetecía contar.

Sobre sus intérpretes, elogió mucho a sus dos protagonistas, especialmente a Emma Watson ("es inteligente, brillante, comprometida y guapa. ¿Quién no querría trabajar con ella?"). Por cierto, con respecto a Watson comentó, como curiosidad, que una vez le preguntó cómo diablos hacían los actores para ser capaces de llorar una y otra vez cuando tenían que repetir una escena lacrimógena. A lo que la actriz le contestó que siempre intentaba pensar en recuerdos dolorosos, pero que, si eso no funcionaba, al final acababa llorando por simple frustración.

En cuanto a Ethan Hawke, para quien también tuvo palabras de halago (se declaró gran fan de la trilogía de "Antes de...", de Richard Linklater), recordó que el intérprete venía de hacer dos películas de terror y que estaba un poco cansado del género, pero que tras leer el guión y ver que esto era algo muy distinto, aceptó encantado.

También comentó que fue Ethan Hawke quien primero le insistió en que debía presentar la película en San Sebastián, ya que tenía muchas ganas de conocer el Festival y la ciudad. Pero que finalmente su deseo sólo pudo cumplirse a medias, ya que "Regresión" está, pero no así el actor, que no pudo acudir a España por encontrarse rodando (aún así, mandó un saludo que pudo verse en la ceremonia inaugural).


Por lo demás, hubo que sacarle a Amenábar las confesiones a cuentagotas. Admitió ser más seguidor de John Williams que del recientemente fallecido James Horner, dijo habérselo pasado muy bien rodando el spot/cortometraje de Estrella Damm este verano y, aunque se encuentra muy a gusto en el género del suspense, no descartó hacer una comedia en el futuro, incluso una comedia musical (como espectador, dejó claro que le gustan todos los géneros)

Por último tuvo palabras de agradecimiento para el compositor Roque Baños (autor de la banda sonora de "Regresion"), que le permitió algo que él mismo jamás habría consentido a otra persona: ser testigo directo del proceso creativo. Permitirle estar a su lado mientras iba componiendo la música.



Los casi cuarenta minutos que duró la rueda de prensa no dieron para mucho más. Sólo para constatar el tirón (la sala de prensa estaba a reventar) de un director que, ahora sí, parece que ha vuelto para quedarse. Aunque él nunca sintió que se hubiera ido.

Alejandro, por favor, vete a tu ritmo, pero no tardes otros seis años en regalarnos una nueva película.

(Las fotografías, como siempre, están sacadas de la página web del Festival de Cine de San Sebastián y son obra de Iñaki Pardo, a quien corresponden todos sus derechos)