29/8/15


La letra pequeña, siempre hay que leer la letra pequeña. Y, por desgracia, no me refiero sólo a los contratos, sino también al mundo del cine. Porque cuando uno escucha "James Wan's demonic", es posible que caiga en la trampa de pensar que la película está dirigida por el señor Wan. Y entonces recuerdas lo mucho que te gustó "Insidious", "The conjuring" o "Saw" y decides que la cosa puede estar bastante bien.

¡¡Error!! Porque James Wan (no le culpo; el dinero es el dinero) se apunta a la moda Spielberg de "pon tu nombre en el cartel a cambio de dinero y no hagas nada más". Dicho de otro modo, James Wan es el productor de la película, pero no ha tenido nada que ver con su realización (a cargo del desconocido Will Canon). Ni con su guión. Ni posiblemente con nada que no sea ejercer como reclamo a cambio de un buen puñado de dólares.


Porque "Demonic" (dejémoslo ahí a partir de ahora) es mala. Mala de solemnidad. La típica película de ochenta minutos hecha con poco presupuesto (3 millones, que es lo que Michael Bay se gasta en coca en el primer día de rodaje) y que es carne de dvd. Pero, viendo la fascinación que el público (sobre todo los más jóvenes) tienen por esta clase de subproductos, no me extrañaría que acabara dando hasta beneficios. Los suficientes como para tener un "Demonic 2".

¿Puede empeorar la cosa? Pues sí, porque estamos ante un nuevo ejemplo de found footage. No en estado puro, pero sí que ocupa buena parte de la película, dividida en dos líneas temporales: el presente, en el que la policía intenta adivinar qué ha ocurrido en una casa en la que se amontonan los cadáveres, y las grabaciones domésticas, que nos van mostrando poco a poco qué sucesos condujeron a tan trágico final.


La trama no aporta nada nuevo. Grupo de jóvenes que van a una casa con pasado, en el que ocurrió una matanza, para grabar a uno de los chicos, que tiene visiones raras (y cuya madre, como no podía ser de otro modo, estuvo vinculada a los asesinatos), que intentan documentar en video al tiempo que se ponen en contacto con fantasmas. Va el prota, su novia, el ex-novio de la chica y un par de secundarios, porque así tenemos más víctimas potenciales. Y se ponen con el ritual. Y obviamente la cosa no sale bien, porque hay algo en la casa que tiene su propia agenda. Una para la que necesita a los chicos. Aunque no a todos. Y, desde luego, no con vida.

Toda esta trama se va entremezclando con la investigación policial, liderada por Frank Grillo, que es, junto a Maria Bello, lo mejor de la función (es una pena ver a dos grandes actores tener que ganarse el pan en esta clase de cintas. El caso de la Bello es especialmente sangrante, porque hubo un momento en el que era condenadamente buena...y entonces su agente empezó a darle los guiones equivocados).

Él poli, ella psicóloga, ambos pareja y, por separado, intentan encontrar respuesta al enigma planteado. Ella hablando con el que parece ser el único superviviente y él en busca del máximo sospechoso. Pero claro, esto es una peli de terror, así que no todo es lo que parece y hay un par de sorpresas en el horizonte (sorpresas que, si eres fan del género, te puedes imaginar a la legua, pero venga, no nos pongamos exquisitos).


¿Es "Demonic" una mala película? Sí. ¿Es de las que te dan vergüenza ajena? Pues no. De entrada se agradece que, desde el primer momento, pasen cosas, y que esa dualidad temporal permita mantener el misterio y hacer que la trama avance, y no como en las películas tipo "Paranormal Activity" en las que sabes que vas a tener que tragarte 40 minutos de...nada (no hay otra forma de describirlo) hasta que pase algo mínimamente interesante.

Aquí todo sucede mucho más rápido. Hasta el punto de que quizás el resultado sea demasiado aturullado y haya cosas que, si bien se entienden (no hace falta un master para pillar el argumento) sí que es cierto que no quedan bien explicadas. Y eso incluye el tema de las muertes, más rápidas y menos impactantes de lo que suele ser habitual en las cintas de terror al uso, en las que cada muerto tiene al menos su secuencia/minuto de gloria.


Grupito de jóvenes listillos (quizás demasiado), adultos un poco obtusos y demonios que demuestran ser los más inteligentes de la función. Esto es el Frighfest, seamos benévolos con el resultado y digamos que "se deja ver". Aunque esté a años luces de las otras pelis de James Wan, ejem...