18/7/15

  
Marvel lleva unos años publicando series de superhéroes juveniles sin ton ni son, hasta el punto de que ha sobrepoblado su universo de ficción con este tipo de personajes, que por lo general y dados los tiempos que nos ha tocado vivir tienen una difícil traslación al mundo del cine. De hecho "Runaways" lleva años proyectándose pero nunca se concreta, así que hace un par de años, se aprobó "Avengers Arena", una serie inspirada en el éxito de "Los Juegos del Hambre", donde 16 adolescentes se masacrarían.


Aquella serie comenzó muy bien. Arcade parecía más malo y más cabrón que nunca, lo que sin duda molaba mucho, aunque perdió algo de fuelle al final y fueron muchos los personajes que sobrevivieron; a saber: Nico y Chase de los Runaways, Tóxica de la Academia Vengadores, Cammi (aquella chica que iba con Drax en la primera guerra de la Aniquilación) y las nuevas incorporaciones Death Locket, Anacronismo y Cullem Bloodstone, estos dos últimos miembros de la academia Braddock para jóvenes talentos. Esa es otra cosa que no me gustó nada de aquello: que con la tonelada de personajes que ya existían, creasen más todavía para la ocasión. Anda que no había carne de cañón entre las páginas de Marvel.

El caso es que con la llegada de All New Marvel Now, el mismo equipo creativo de Avengers Arena, es decir, Dennis Hopeless como guionista y Kev Walker dibujando, crearían "Avengers Undercovers". Que sí, que de Vengadores no tiene una puta mierda, igual que no lo tenía Arena, pero estamos en la época en la que nuevamente y gracias a las películas, la marca “Vengadores” suele ampliar cosa mala las ventas. Lamentablemente en esta ocasión no duró mucho y la serie fue cancelada cuando tan sólo se habían publicado diez números. Una lástima porque si bien el concepto daba para una temporada de 20-22 números, en diez la cosa ha quedado cerrada, pero podría haber tenido mucha más chicha.

No voy a contaros mucho de la historia porque tampoco quiero destripar nada y además Panini ha editado recientemente la serie entera en un solo tomo de su línea 100 % Marvel con un precio bastante competitivo, la verdad, cuya lectura es más que recomendable por ofrecernos una historia con regusto clásico, con mucha acción, buenas caracterizaciones de los personajes, misterio y algunos grandes giros argumentales.


En "Avengers Undercover", los supervivientes del Mundo Asesino de Arcade sobreviven como pueden en un mundo que les ha visto convertirse en estrellas de la Mass Media a base de ser víctimas de un macabro juego donde debían matar a sus amigos. Cada uno se enfrenta a las circunstancias a su manera. Chase le saca partido a la situación, Nico está enfadada con el mundo y Cammi ha vuelto con su madre, que se está rehabilitando de su adicción al alcohol, Todo un cuadro. Cada uno intenta adaptarse a su nueva vida, pero ¿y si pudieran dar caza al hombre que cambio el curso de sus existencias? ¿Lo matarían? ¿Lo llevarían ante las autoridades? Hopeless maneja muy bien la encrucijada en la que se mueven los chavales y, como en anteriores trabajos, deja en evidencia que maneja perfectamente la charleta adolescente.


Sin entrar en detalles, nuestros jóvenes héroes acabarán en Bagalia, el país de ficción cercano a Eslorenia (la nación que devastó Ultron) que está íntegramente formado por delincuentes y supervillanos y que hace parecer a Madripur como si fuera Disneyland. Allí deberán infiltrarse ni más ni menos que en los Amos del Mal del Barón Zemo. Personaje común en la serie de los "Thunderbolts", que es una influencia clara en "Avengers Undercovers", porque si bien aquí es a la inversa, con buenos haciéndose pasar por malos, el curso de la acción y el desenlace de los acontecimientos es bastante parecido, con algunos héroes sintiéndose demasiado bien haciendo de malos y con otros que sólo desean que termine esa situación.


El tomo se lee de un tirón y se disfruta cosa mala, deja con ganas de más y es un gran ejemplo de que la continuidad y el rico pasado de los personajes se puede utilizar de forma inteligente sin que sea ningún estorbo. La pena es que la parte artística se resiente bastante cuando no es Kev Walker el que dibuja. Y teniendo en cuenta que el propio Walker no es precisamente un prodigio, pues ya se pueden imaginar.