16/7/15


¿Han visto "Hook", la peli de Spielberg sobre un Peter Pan crepuscular que ha olvidado quién es? ¿O "El Caballero oscuro: la leyenda renace", con ese Batman que lleva años fuera de combate? Lo diré claramente: basura. Si uno quiere saber cómo contar bien una historia de estas características, sólo tiene que fijarse en el "Zebraman" de Miike.

"Zebraman" (2004) es una carta de amor a las series clásicas de "Ultraman", "Bioman" y el género Tokusatsu en general. La historia de un pobre profesor de instituto, con una vida patética, que se disfraza cada noche como el héroe de su infancia, Zebraman, para sentirse mejor consigo mismo. Hasta que descubre que él es en realidad Zebraman. Y, más aún, que es el único que puede salvar al mundo de una invasión alienígena que se cierne sobre el planeta Tierra.

En ese sentido, aquí nos encontramos con un Miike más tradicional, contenido, que juega con las reglas del género y las obedece (hasta cierto punto) para presentar una historia clásica de origen (o si se prefiere, de "redescubrimiento") de un superhéroe. Esa persona anodina, fracasada, que descubre de repente que está llamado a hacer cosas grandes. Que al principio es reticente, que no cree que pueda estar a la altura, pero que en última instancia logra reunir el valor suficiente como para afrontar su destino y salvar al mundo, aunque ello le pueda costar la vida.


La película es divertida, emocionante, con una parte final de lo más entretenida. Y todo ello aderezado con pequeñas píldoras "made in Miike", de esas que no pueden faltar. Porque lo que distingue a esta cinta de los blockbusters de Hollywood es que la hija del protagonista "sale" con señores mayores, su hijo le odia y su mujer le engaña. Un compendio de situaciones habituales en el cine del director, que no pierde la ocasión de hacer una radiografía de la sociedad japonesa y mostrarse crítico con la misma.

Pero en esta ocasión todo eso no pasa de convertirse en pintorescas pinceladas. Lo realmente interesante, lo que de verdad se me quedó grabado en la cabeza, es esa transformación de lo patético a lo heroico. Que empieza pareciendo una parodia del género y acaba convirtiéndose en una de las mejores películas de superhéroes que jamás haya visto. A pesar de sus efectos especiales de segunda. O quizás gracias a ellos, puesto que he de admitir que le confieren hasta más gracia al conjunto.


Curiosamente "Zebraman" contó hace unos años con una segunda parte, también dirigida por Miike, aquí mucho menos estándar y más...rara. Excéntrica quizás sería el término correcto. Ambientada 15 años en el futuro, en una sociedad que idolatra la figura de Zebraman, en la que Zebra Queen gobierna con mano férrea Tokyo (rebautizada "Zebra city") y donde los policías tienen libertad para pegar palizas indiscriminadas.


Película interesante (y en la que sonaba el temazo que pueden escuchar en el video situado un par de líneas más arriba), pero alejada del encanto camp de la película original. Una cuyo visionado, más que recomendado, se torna casi obligatorio.

(Y mientras, sigo insistiendo en que pueden llevarse una peli de Miike firmada si siguen las instrucciones de este post, http://www.todoocio3d.com/2015/07/gana-la-peli-audition-firmada-por.html, que son sencillitas y les ocuparán menos de un minuto de su tiempo)