26/7/15


Llegamos al último día de nuestra retrospectiva dedicada a Takashi Miike. Y, como no podía ser de otro modo, la película elegida es "Ichi the killer" (2001). Junto a "Audition" y "Dear or alive", la tercera cinta que dio a conocer el trabajo del director en nuestro país.

En la primera secuencia vemos cómo un proxeneta golpea violentamente a una prostituta. Ichi, el protagonista, asiste a la escena desde el balcón de un apartamento...mientras se masturba.

Sólo con esta descripción queda claro que estamos ante el Miike más salvaje y desatado, al que le importaba lo mismo ocho que ochenta. "Ichi the killer" adapta nuevamente un manga, pero llevado al terreno del director (al principio le pidió al propio autor del manga que se encargara del guión de la película, pero éste finalmente se bajó del carro alegando "bloqueo del escritor", lo que le puso las cosas aún más fáciles a Miike a la hora de poder hacer lo que le viniera en gana)


De nuevo regresamos al tema de los yakuzas, en este caso en una historia de violencia desatada con cierto contenido emocional. Ichi, el protagonista, es un asesino sin conciencia. Un "producto", alguien creado con el único propósito de acatar órdenes y matar sin contemplaciones. A lo largo de la película vemos cómo Ichi se va convirtiendo gradualmente en el peón de un juego mucho más amplio, en el que él es sólo una pieza tan fundamental como tristemente prescindible.

Pero Miike, lejos de dejarse llevar por el frenesí de otras ocasiones, esas en las que usa la violencia de modo recreacional para crear una historia simplemente divertida, decide conferirle a la película un trasfondo mucho más profundo. No se trata sólo de asistir a una serie de escenas a cada cual más salvaje (que las hay, vaya si las hay). sino de estudiar la psique de un personaje profundamente trastornado, moldeado, incapaz de pensar por él mismo. Es una cruda reflexión sobre los efectos de la violencia y cómo es imposible escapar de nuestro pasado. De quienes somos. De en quienes nos hemos convertido.


Ichi es una figura trágica. Un protagonista por el que sentimos más pena que simpatía, ya que en realidad nunca toma las riendas de su propia vida. El clímax de la película, con la reacción de nuestro protagonista tras lo que sucede con Kakihara, demuestra hasta qué punto Ichi es un juguete roto, difícilmente recuperable,

De nuevo he de admitir que hace bastante que vi la película, lo que hace que muchos de sus detalles estén borrosos en mi memoria. Pero sí recuerdo que fue la segunda película de Miike que vi (después de "Audition") y la primera que realmente disfruté. La que me hizo darme cuenta de que aquel director era alguien especial, alguien a tener en cuenta. Se podría decir que mi devoción comenzó con "Ichi the killer". Por eso estoy tan convencido de que es una obra maestra.


Y con esto llegamos al final de la retrospectiva...o quizás debería decir a un punto y aparte. Porque elegí 14 películas, pero se me quedan otras tantas en el tintero sobre las que también merecería la pena hablar. "Gozu", la película más "David Lynch" de Miike. "Silver", ese producto para televisión en el que mezclaba wrestling y el mundo de las dominatrix (no me digan que no les pica la curiosidad). "Llamada perdida", o el terror más convencional; "Izo", una locura metafísica imposible de entender del todo; "Yatterman", superhéroes camp con una secuencia (la de la canción) mítica; la trilogía de la "Black Society", es decir, "Shinjuku Triad Society", "Rainy Dog" y "Ley Lines"; "Imprint", su macabro episodio para "Masters of Horror"; "Hara-kiri", "Waru", "Sukiyaki Western Django" con Tarantino como actor, "Ace Attorney"... y tantas, tantas otras grandes películas, que podría seguir así todo el día.

Es uno de los más grandes ya no de nuestro tiempo, sino de todos los tiempos. Un director todoterreno, capaz de lo mejor (y también, a veces de lo peor). Siempre sorprendente, siempre interesante. Un genio. Takashi Miike.