31/5/17


"Crows 0" (2007) es lo más parecido a un videojuego sin adaptar realmente un videojuego. Una sencilla (aunque brillante) historia en la que el protagonista, para hacerse con el control de su instituto, debe ir venciendo a sus rivales pelea a pelea. Exactamente como si fuéramos completando fases en un videojuego.

Lo cierto es que "Crows 0" no aporta nada novedoso a la filmografía de Miike, en el sentido de que todo cuando aparece en el film ya había sido utilizado previamente por el genial director. Para empezar, es la adaptación de un manga, algo que ya había hecho en el pasado. Y la historia de ese joven que decide impresionar a su padre yakuza haciéndose con el control de su instituto (reuniendo para ello a un nutrido grupo de seguidores/amigos/ayudantes) tiene muchas similitudes con otra película de la que ya hemos hablado en esta retrospectiva, "Fudoh, la nueva generación".


Incluso la historia secundaria, la que tiene que ver con los yakuzas, tampoco podemos decir que sea exactamente original. Si hay un elemento que Miike ha usado, requeteusado y casi abusado del mismo, es el mundo de los yakuza. Así que la mezcla, en principio, parece un poco más de lo mismo.

Pero si he elegido esta cinta como penúltimo título de mi selección es precisamente porque, partiendo de ideas ya utilizadas, Miike las presenta aquí depuradas y mejoradas. Dicho de otro modo, "Crows 0" es el culmen del aprendizaje del director a la hora de hacer un blockbuster divertido y lleno de ritmo.

Como ya he dicho en otras ocasiones, con el paso de los años Miike se ha ido domesticando, lo que no tiene por qué ser entendido necesariamente como algo malo. En "Fudoh" parecía como si aún quisiera dejar su sello, con la inclusión de elementos perturbadores como la hermafrodita que disparaba dardos con la vagina. En "Crows 0" todo es mucho más mainstream, pero no por ello menos auténtico. Sencillamente Miike deja de lado los artificios para narrar una historia que no necesita detalles extravagantes para resultar cautivadora.


El protagonista, Genji, está decidido a hacerse con el control del instituto. Lo que no es tarea fácil, ya que para ello tiene que demostrar su superioridad en combate ante todos sus rivales. Así que su periplo a lo largo de la película consigue en ir derrotando a sus adversarios uno tras otro, hasta llegar al inevitable duelo final contra su némesis, Serizawa, el único que puede hacerle sombra en la lucha cuerpo a cuerpo. Un esquema tradicional, pero no por ello menos emocionante.

Pero la madurez de Miike no sólo se deja ver sólo en el fluido desarrollo de la historia principal (admitamos que el director siempre ha tenido ligeros problemas de ritmo, motivados por su tendencia a variar de género dentro de cada proyecto) sino también en la historia de Ken, el yakuza que quiere dejar de serlo.


Si algo se le puede achacar al viejo Miike es el poco cariño que a veces tenía por sus personajes, en ocasiones demasiado cerca de la caricatura unidimensional. Lo interesante era la historia, ver las locuras de Miike, disfrutar con cada escena, sin tener tanto en cuenta la historia de fondo.

Pero en "Crows 0" el director logra crear unos protagonistas carismáticos por los que sentimos auténtica preocupación. Y, en el caso del citado Ken, logra que su historia esté perfectamente planteada. Y el desenlace de la misma te pone los pelos de punta. Es uno de los momentos álgidos en la trayectoria de un director que, como pueden adivinar, tiene infinidad de ellos.

"Crows 0" es diversión, pero de la buena. Una excelente película a la que no le puedo poner ningún pero, ya que todas las piezas encajan perfectamente. Por desgracia su segunda parte (también obra de Miike) es bastante inferior. Pero es que instaurarse siempre en la excelencia debe resultar muy aburrido.


Este es nuestro Miike. Si Genji, el prota, se muestra obsesionado ante la idea de lograr que el gigante del instituto, Rindaman, se bata en duelo con él, el director nipón parece que no descansará hasta que se haya enfrentado a todo, con éxito, en el mundo del cine. Y lo cierto es que cada vez le quedan menos retos por superar...