25/7/15


Empecemos por una confesión que a buen seguro hará que pierda el (poco) crédito que pueda tener: jamás hago caso a las críticas. Quiero decir, me encanta leerlas, me parecen útiles, pero nunca ha dejado de ver una película sólo porque alguien me aconsejara no hacerlo. Como mucho, he podido darle una oportunidad a algún film en el que no tenía puesta ninguna confianza. 

Todo sea dicho, las críticas negativas sirven para ir prevenido al cine. Por lo general, 9 de cada 10 veces, cuando el río suena... es que el resultado es realmente fallido y tengo que dar la razón a los detractores. Pero siempre hay excepciones. Películas en las que difiero completamente de la opinión del resto de críticos.

"El séquito" entra de lleno en esta categoría.


Por si no lo saben, "Entourage" (ese es su título original) comenzó siendo una serie de televisión de la HBO que duró 8 temporadas y que seguía la vida del actor Vincent Chase (Adrian Grenier) y su "séquito", formado por su hermanastro Johnny Drama (Kevin Dillon), su mejor amigo y representante Eric (Kevin Connolly) y Tortuga (Jerry Ferrara), amigo, chófer y hombre para todo. A lo que habría que añadir, es imperioso hacerlo, al agente de Chase, el inmenso Ari Gold (Jeremy Piven en el papel de su vida, que básicamente se come al resto del reparto).

"El séquito" estaba ligeramente basada en las experiencias personales de Mark Wahlberg (productor de la serie) y lo mejor de la misma era que, en vez de convertirse en un culebrón episódico, de esos que lo que pasa en una temporada se olvida completamente en la siguiente, realmente inventaban su propia dimensión alternativa coherente; una en la que James Cameron dirigía "Aquaman" con Vincent Chase, que años más tarde se ponía a las órdenes de Scorsese para rodar un biopic de Enzo Ferrari. 

Fueron ocho grandes años rematados con un final a la altura que, en realidad, no era un final. Me explico. Al seguir las vidas de estos personajes, la serie lo mismo podría haber acabado tres temporadas antes que seguir cinco más. Porque la vida sigue, y siempre hay otro rodaje, otras mujeres, otras historias de Hollywood...


Dicho esto, vamos primero con una advertencia. Si no han visto la serie, no vean la película. En serio, no la van a disfrutar. Es como "Verónica Mars", pero aún más a lo bestia. Tan autorreferencial, tan continuista, que ni siquiera se molestan en explicarte quién es quién. Si ya conoces a los personajes, bien, y si no, te aguantas. Su película, sus reglas. De modo que, por favor, hagan las cosas en orden y empiecen por ponerse al día con sus desventuras en la pequeña pantalla.

Pero, si han visto "El séquito", si les gusta la serie, adorarán la película. Es imposible no hacerlo. Y aquí retomo lo que decía al inicio de la crónica, ya que realmente no me explico por qué los críticos se han cebado tanto con la cinta, cuando lo cierto es que ofrece exactamente lo que promete. Lo que todos esperábamos.

Nunca he entendido a los creadores de series que, cuando se encargan de llevarlas a la gran pantalla, hacen algo radicalmente distinto, como si se avergonzaran de sus propias creaciones o, peor aún, fueran incapaces de entenderlas. Lo de la peli de "Los Simpson" es triste, pero lo que perpetró (y dos veces) Chris Carter en "Expediente X" es directamente de juzgado de guardia. ¿Para qué ofrecerle al público una experiencia extra de algo que aman, y luego negarles la posibilidad de ver eso mismo que aman?


Por fortuna Doug Ellin no sólo entiende a sus creaciones, sino que las quiere con locura. De modo que "El séquito", la película, termina siendo como una versión larga de "El séquito", la serie. Tres buenos episodios unidos hasta formar una historia de 100 minutos, llena de personajes y situaciones reconocibles. Desde la música del opening de la serie (en unos títulos de crédito muy, muy parecidos) hasta infinidad de cameos no sólo de personalidades del mundo del cine (lo que es marca de la casa) sino de personajes que tuvieron su importancia en los ocho años que duró el show.

Ya no sólo los imprescindibles Sloan, Lloyd, Shauna, Billy Walsh...sino también personajes menores, que aparecen a modo de cameo. Admito que me hizo especial ilusión ver en pantalla a Martin Landau (apenas unos segundos), Domenick Lombardozzi, Gary Busey (no podía faltar) o incluso Jessica Alba. Que, los seguidores de la serie lo recordarán, en la realidad alternativa en la que nos encontramos había actuado con Vinnie Chase en una película justo cuando comenzaba la serie. Que aparezca en la película con la que acaba todo es todo un detalle nostálgico.

"El séquito" es una película completamente innecesaria. Pero es que muy pocas cosas en la vida no la son. Doug Ellin se inventa problemas para todos los protagonistas (no los desvelaré, porque la gracia del asunto está en descubrirlos; sólo diré que el leiv motive principal es el debut como director de Vincent Chase y los problemas de Ari Gold - ahora jefe de un gran estudio - para conseguirle el dinero extra que necesita para acabar la película) y hora cuarenta más tarde los resuelve. Satisfactoriamente.


La crítica ha acusado a la película de ser "poco realista". Ya, bueno, los que me conocen sabes lo que opino del realismo en el cine. Nunca vi "El séquito" esperando que fuera un documental sobre cómo es en verdad la vida en Hollywood. Me importa un pimiento qué historias son auténticas y cuáles una exageración. Además, la "versión oscura" ya la pasé con la séptima temporada, con la historia de Sasha Grey y el descenso de Chase al mundo de las drogas, muchas gracias. No necesito revivirla.

Me conformo con volver a ver a personajes por los que siento cariño haciendo lo que siempre hacen; meterse en problemas, ligar, vivir a lo grande y, en última instancia, apoyarse los unos a los otros. Como le dice Lloyd a Ari en un momento determinado "tú no apuestas por productos, apuestas por personas". Ah, y todo ello aderezado con la presencia de un recuperado (y sobrealimentado) Haley Joel Osment y el siempre magnífico Billy Bob Thorton, como los inversores idiotas que tienen el dinero pero no saben de cine. Cuánta verdad y cuánta mala leche...


Además, la película sirve para corregir uno de los grandes errores del final de la serie (la boda relámpago del protagonista) y para darle un final satisfactorio a uno de los personajes que más se lo merecen. No voy a desvelarles nada, pero me pareció todo un detallazo.

Doug Ellin, en un alarde de sinceridad (y de inteligencia), ha admitido que su film sólo pretende ser divertido. No ha querido crear una obra trascendente, ni revolucionar el séptimo arte ni nada por el estilo. Se conforma con que la gente aparque sus problemas durante dos horas y se lo pase bien en compañía de unos personajes a los que conoce y quiere. La suya es una cinta frívola y divertida. Como siempre fue la serie. Como debe ser.


Por eso, no les voy a exigir que me hagan caso. Sería absurdo, ya les he dicho que nunca deberían permitir que nadie decida por ustedes. Sólo les cuento mi experiencia en la sala de cine. Y fue de lo más positiva, una de las mejores del presente año.

"El séquito", la película, es un excelente "bonus track", un vis sólo para incondicionales. Todo queda atado y bien atado. Y si, aún así, algún día Ellin decide hacer una nueva película, que no les quepa duda de que ahí estaré yo para comprar mi entrada.