10/6/15


Es la película de terror revelación de la temporada. Ha arrasado en todos los festivales por los que ha ido pasando a lo largo del último año, y en Nocturna (donde no competía en la Sección Oficial) se llevó el Premio del Público. Pero ¿es realmente para tanto?

Respuesta: Sí. Sí que lo es.


Como las buenas películas del género, "It follows" parte de un esquema fácil de sintetizar. Una maldición que se transmite a través del sexo y que hace que la persona que ha sido infectada sea perseguida por un ente que puede adoptar cualquier forma y que, de forma pausada pero constante, por la calle, en tu casa, en cualquier lado, cuando menos te lo esperas, "te sigue". Y la única manera de librarse es pasárselo a otra persona. Pero ojo, porque si aquel a quien infectas muere a manos del ente, entonces éste volverá a por ti.

Con esta premisa (que, sobre el papel, admitámoslo, tiene ciertos paralelismos con la saga "The ring") el director David Robert Mitchell ha sabido construir una película hipnótica, llena de imágenes poderosas que, como ocurre con el ente, te siguen a la salida del cine y hacen que no puedas dejar de pensar en la cinta. Todo ello apoyado en una banda sonora tan ochentera como condenadamente brillante.


El término "ochentero" no se aplica únicamente a la música, sino a todo el conjunto. Aunque "It follows" sucede en la actualidad, lo cierto es que bien podría transcurrir en la década de los setenta u ochenta, ya que Mitchell juega a descontextualizar la película de un modo consciente, prescindiendo de teléfonos móviles o artilugios modernos (a lo más que llegan los protagonistas es a usar un ordenador).

Del mismo modo tampoco es casualidad que los adultos tengan tan poco peso en la trama, siendo relegados a figuras casi inexistentes para dejar que el peso de la narración recaiga en el grupo de jóvenes que tienen que enfrentarse a la maldición, encabezados por una magnífica Maika Monroe que, después de "The guest" (otra pequeña joya), certifica aquí su candidatura a futura estrella en Hollywood.

"It follows" tiene una atmósfera propia. Sin esconder sus referentes (en este negocio ya está todo inventado) no juega a parecerse a nada, desarrollando sus propias reglas. Unas que funcionan tan bien que no me extrañaría que estuviéramos ante el nacimiento de una nueva saga cinematográfica. Y es que la película apenas araña la superficie del misterio que plantea, quedando muchos interrogantes en el aire.


Quizás lo más controvertido de todo sea su tercer acto, que cogerá descolocado a más de un espectador, sobre todo por lo incoherente de ciertas acciones. Pero lo cierto es que, si bien uno puede estar a favor o en contra de la resolución (a mí particularmente el clímax me gustó), lo cierto es que hasta eso estaba perfectamente medido y el director no ha dudado en dar explicaciones de por qué pasa lo que pasa (me temo que no puedo ser más específico sin entrar en el terreno de los spoilers).

Podría seguir hablando de las virtudes de la película, pero es mejor que lo deje aquí. Porque el único enemigo verdadero  de "It follows" es el hype. Cuando vi la película apenas sabía nada de ella, y por eso me fascinó tanto. El problema es acudir al cine sabiendo más de la cuenta o con unas expectativas desmesuradas sobre lo que se va a ver. Porque "It follows", tampoco nos pasemos, no reinventa el género. Pero sí que le inyecta frescura y sabe cómo meterse dentro del espectador y hacerle partícipe de la historia. Tanto que, cuando termine la proyección, de camino a casa, no podrán evitar mirar de reojo si alguien extraño les sigue.