10/12/14




Siguiendo la línea de otras grandes superproducciones épicas, como Gladiator (del mismo realizador) o Troya, Exodus narra la ya conocida historia de la huida de Egipto del pueblo Hebreo, ya llevada al cine con anterioridad, pero con el mayor realismo que permiten los avances técnicos.

Ridley Scott vuelve a demostrar su maestría para trasladarnos al mundo clásico, reconstruyendo al detalle el Egipto de los faraones y el resto de escenarios por los que transcurre la historia, recurriendo, en parte, a los espectaculares y peculiares paisajes canarios.

Durante dos horas y media la película analiza la evolución del personaje de Moisés: desde su condición de príncipe y general de Egipto, hasta su conversión en guía de Israel y soldado al servicio de un Dios belicoso, vengativo y, en ocasiones, cruel. Interpretado en esta ocasión por Christian Bale, en algunos momentos de forma un tanto artificial para mi gusto, Moisés se debate entre el amor a su familia, al pueblo que le crió y al pueblo que le vio nacer y al que debe liberar, misión que asume tras una revelación quizás divina o quizás de su propia conciencia al saberse perteneciente a él.

Destacar la presencia de varias caras conocidas en papeles secundarios, como Ben Kingsley , Sigourney Weaver y John Turturro, y la de la española María Valverde, en su primera incursión en el cine Norteamericano.