Siempre es un gusto ver actuar al que, en mi humilde opinión, era el mejor actor vivo hasta hace unos meses, más aun cuando creímos que no íbamos a volver a ver otro estreno suyo.
Philip Seymour Hoffman nos convence igual como adolescente niño de papa e insolente en “Esencia de Mujer”, como vecino desequilibrado en “Happiness” , encarnando a Capote, haciendo de hijo y hermano sin escrúpulos en “Antes que el diablo sepa que has muerto”, pinchando música en “Radio encubierta”, como cura dudoso, o como violinista secundario en “El último concierto”.
En “El hombre más buscado”, se vuelve a meter en la piel de un espía, aunque más serio y derrotado que el de “La guerra de Charlie Wilson”.
La película se centra en el recurrente tema del terrorismo islamista, pero situándolo esta vez en Hamburgo y con una ambientación más europea y realista, alejada de la tradicional espectacularidad hollywoodiense. Con un buen inicio y un buen final, pierde un poco de intensidad a medida que va avanzando, a un ritmo tal vez demasiado lento.
Junto a Hoffman destacar, entre otros actores menos conocidos, a Willemm Dafoe , la casi irreconocible Robin Wright , Rachel McAdams y el hispano-aleman Daniel Brühl, con un pequeño papel con el que parece haber entrado en la industria americana.